Iñaki Gonzalo “Kitxu”, “Desde mi zulo”

2013, 14 otsaila


Iñaki Gonzalo Casal “Kitxu” amaren hiletan (arg.: ukberri.net)

Desde mi zulo

El habitáculo donde permanezco veinte horas al día mide tres metros de largo por 1,80 de ancho. Consta de: un camastro de hierro, un taburete clavado al suelo, una mesa de madera de 80 cm. de largo y 40 de ancho,dos baldas de piedra, un retrete y el lavabo. Las paredes se cubren de humedad en invierno y se descon chan durante el verano. En la parte inferior de la puerta dispongo de un parapeto de periódicos y bolsas de basura, y en el agujero del retrete de una botella de plástico para que las ratas no entren por la noche.

Se nos sirven tres raciones al día en bandejas de metal. Durante los chapeos permanezco 24 horas al día en un espacio inferior a seis metros cuadrados; en los periodos de cumplimiento de sanciones, 22 horas diarias. No tengo acceso a ninguna actividad del centro, ni a la biblioteca, ni al cine, ni al salón de actos, ni al campo de futbol, ni a talleres. Durante los traslados nos encierran en jaulas de chapa metálica de un metro de l argo por 50 cm. de ancho. Su única ventilación consiste en una abertura en la parte inferior de la puerta. La estancia en estas jaulas se prolonga en ocasion es durente 10, 12 o14 horas. Con frecuencia el olor a vómitos es tan insoportabl e, sobre todo en verano, cuando las conejeras se convierten en autenticos hornos.

Recurro a una imagen gráfica: los vagones donde los nazis trasladaban a los judíos a los campos de exterminio. Los habitáculos donde 562 ciudadanos vascos permanecemos secuestrados están l ocalizados, aunque su acceso es complicado. El mío se encuentra en el número 4 de la calle Mártires de la ciudad de Ocaña, a 450 kilómetros de mi lugar habitual de residencia. Los interesados pueden dirigirse también al km. 72 de la carretera de Ayora, en Albacete, o al km.7 de la carretera de Olivenza, en Badajoz, o al punto kilométrico 10 de la carretera de Madrid a Jaén, o a Palma de Mallorca, o a Cádiz, o a Gran Canaria, o a Ceuta o a París. Propongo también que los interesados conozcan por dentro cualquiera de los 44 zulos del celular, sito en la localidad madrileña de Navalcarnero, o que se en trevisten con los ciudadanos vascos que llevan 7000 días encerrados en habitácul os de tres metros de largo por 1,80 de ancho. Durante mi estancia en prisión he sido testigo directo de ahorcamientos, intentos de suicidio, apaleamientos a presos sociales y del colectivo, vejaciones, cacheos humillantes, defunciones por enfermedad, episodios de una crueldad dificil de explicar e imposible de imaginar. Las huelgas de hambre, los txapeos, el enfrentamiento directo, la tensión, la soledad, el aislamiento, la rabia, la impotencia… son el contrapunto a los derechos que los chacales de la información aseguran disfrutamos los presos pol íticos vascos en el interior de los habitáculos donde nos mantienen secuestrados.

Iñaki Gonzalo Casal Kitxu (Egin, 1997.07.14)

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